Hasta hace unos meses era una completa desconocida, Mariana Mendes, es una joven brasileña de 24 años que nació con un nevus melanocítico congénito, un tipo de lunar que está presente en algunos niños al nacer. Hoy es modelo.
Los nevus melanocíticos congénitos son lesiones pigmentadas que constituyen alteraciones hamartomatosas del desarrollo. Esta marca de nacimiento le provocó a Mariana una hiperpigmentación de la piel que cubre una parte de la entreceja, nariz y el ojo derecho.
A pesar de este “defecto”, ha logrado ser una de las modelos más reconocidas y ha dejado claro que aún con esta marca puedes sentirte guapa y lucir sexy.
Por supuesto, las críticas han sido el pan de cada día. Mariana es hoy más fuerte para demostrar al mundo que aunque esa mancha la hace diferente también la hace única.
Esta marca, por cierto, no supone ningún peligro para la salud de Mariana, aunque por estética sus padres intentaron eliminarla cuando era una niña. Por suerte para la joven no lo consiguieron, pues a ella le encanta, y ha sabido convertirla en su mejor rasgo de belleza.
“A algunas personas les gusta, a otras no, otras la encuentran graciosa y otras no entienden que a mí me pueda gustar. Recibo reacciones de todo tipo pero no me afectan porque es solo su opinión. A mí me gusta y me siento muy orgullosa de tener un nevus en mi rostro” ha declarado a la revista Metro.
Gracias a este padecimiento, Mariana logró convertirse en modelo, demostrando, una vez más que otro tipo de cánon de belleza es posible.
Aimee Mullins, es otra modelo atípica, una mujer que nació sin peroné en ambas piernas debido a su enfermedad, hemimelia fibular.
No podemos olvidar a Melanie Gaydos, quien sufre de displasia ectodérmica, una enfermedad que afecta sus tejidos externos. Esto provoca una malformación de distintas partes del cuerpo como la piel, las glándulas sudoríparas, el cabello, los dientes y las uñas. Y no, no se acompleja, es modelo desde el 2013.