El dilema de la duquesa Catalina de Cambridge, a la que nos referiremos como se le conoce en el mundo de la moda (como Kate), era este: saber qué empacar para un viaje de dos semanas cuando su itinerario incluye recepciones de Estado, misas, juegos en guarderías y partidos de cricket.
Para la duquesa de Cambridge, quien está terminando su viaje a Australia y Nueva Zelanda con su esposo el príncipe Guillermo y su hijo Jorge, de ocho meses, esos no eran todos los retos: ¿La realeza se quita los zapatos en la playa? ¿Y cómo es la manera más refinada de subir a un jet de combate usando una falda entallada y tacones?
En las últimas dos semanas Kate, de 32 años, complació a los amantes de la moda con un desfile ininterrumpido de vestidos formales y majestuosos de los mejores diseñadores, mezclados con las piezas que se han vuelto distintivas de su estilo: sacos, plataformas, zapatos sencillos de vestir y vestidos recatados para el día.
Ahora lleva las faldas por debajo de la rodilla, usa vestidos menos entallados y las mangas cubren más de sus brazos.
Su nuevo guardarropa definitivamente es más “de edad”, más apto para una alteza, según los expertos en realeza. También hay mucho más color, tonos que detienen el tráfico, una elección que refleja su mayor confianza como el rostro de una nueva generación de la monarquía británica y como un ícono de estilo de las mujeres del mundo.