Empecemos por aclarar los rumores, sí, el jengibre es tu mejor aliado para perder peso. Además de favorecer la absorción de nutrientes, el jengibre nos ayuda a prevenir el estreñimiento y mejora la digestión.
Se trata de una raíz con un aspecto poco agradable pero de un sabor muy especial que podemos utilizar en la preparación de salsas, sopas, platos fuertes, tés e, incluso, algunos postres.
Pero el jengibre es mucho más que eso, vamos a detalle con cada una de sus bondades:
- Efecto sedante. De acuerdo a la National Institutes of Health, consumir 2 gramos de jengibre (una rodaja) por 11 días a través de una infusión, te ayuda a evitar el dolor producido por el ejercicio o un golpe.
- Mejora la circulación. Gracias a su alto contenido de magnesio y zinc. Podría prevenir una gran cantidad de problemas cardiovasculares.
- Por aquello de los bochornos. El jengibre también es útil para reducir la fiebre y los problemas de sudoración excesiva.
- Para que no hagas el oso. Disminuye las flatulencias. Para ello solo debes masticar durante 5 minutos un poco de este alimento.
- Para verte mejor. También alivia los dolores abdominales producidos por inflamaciones estomacales. Notarás como el diámetro de tu cintura se reduce.
- Contra el resfriado. Dile adiós al dolor de garganta y congestión con un poco de té.
- Previene el cáncer de colon y ovarios. Contiene sustancias capaces de inhibir el crecimiento de las células cancerosas en el organismo.
- Para sentirte mejor. Combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés.
- Activa tus jugos digestivos. Para ello solo debes comer un poco de jengibre fresco cinco minutos antes de la comida.
- Reduce las náuseas. Con este fin consume un poco de la raíz con una cucharada de miel.
- Para ese deportista que llevas dentro. Evita los calambres.
- Para un mal día. Disminuye las migrañas.