Insomnio infantil por higiene del sueño inadecuada. ¿Cómo ayudarlos?
La principal causa se debe a una mala higiene del sueño.
Insomnio literalmente es “falta de sueño a la hora de dormir”. Sin embargo, el término Insomnio infantil por higiene del sueño inadecuada y el insomnio conductual en la infancia –como causas más frecuentes de insomnio en la infancia y adolescencia– se refieren al derivado de un mal aprendizaje del hábito de sueño correcto o de una actitud inadecuada de los padres para establecer una buena higiene de sueño.
Las manifestaciones más características del insomnio infantil conductual en la infancia son la incapacidad del niño para conciliar el sueño si está solo, con resistencia y ansiedad a la hora de acostarse, lo que conlleva un inicio del sueño retrasado o presencia de múltiples despertares y consecuentemente una falta de mantenimiento del sueño una vez iniciado éste.
Todo ello redunda en resultados negativos en cuanto al funcionamiento diurno tanto para el propio niño como para su familia. Esto quiere decir que los niños desde que nacen deben ser educados en sus hábitos de sueño, comida, descanso.
Pero sucedería que, muchas veces los padres, en vez de encausar el descanso, los estimulan o bien, realizan una serie de actos repetitivos ante su negativa de dormir, que con el tiempo van modelando los “malos hábitos”, que son consentidos y reforzados por los propios padres.
¿Qué hacer? Primero habrá que llevarlo al pediatra para descartar que el insomnio se deba una patología orgánica, donde el análisis de la talla y el peso dará pistas de lo que sucede.
“Si no ha subido de peso tal vez se deba a que el pequeño esté quedando con hambre y que esa sea la causa de que se despierte en la noche”, analiza el neurólogo.
Entonces, una vez descartada la anomalía física, por ejemplo, en el período de lactancia, el doctor recomienda crearles rutinas marcadas por horarios y bañarlos en la noche, darle de comer y después a su cuna. Luego, al crecer evitar las siestas largas y de noche, que sean a mediodía o antes o después de almuerzo y que no sobrepasen las 3 horas.