Según los astros las personas nacidas en este día no saben perder por lo tanto son altamente competitivas pero también logran hacerse de enemigos poderosos que los persiguen e intentan acabar. Es cierto, nadie quisiera estar frente a un enemigo de esta naturaleza pues además de ser competitivos sus métodos para acabar con sus rivales por lo menos en cuanto a competencia no tienen paragón.
El siete de bastos significa que la lisura con la que su madre los tocaba se ha acabado, que ha llegado el momento de hacer la guerra y no es precisamente contra las personas que los envidian y sí en contra de las falsas percepciones que tienen de sí mismos.
La gran batalla por la hegemonía de sus sentimientos ha llegado; esto quiere decir que hay dentro de nosotros sensaciones que debemos cambiar pero sobre todo vencer para volvernos mejores personas y sino, por lo menos para hacernos un poco más accesibles a la creación del todo en el mundo en el que habitamos. ¿Cómo volvernos más accesibles a ese mundo?
Dejando que las cosas sencillas nos maravillen y manteniendo la curiosidad a tambor batiente pues de ella depende seguir buscando y por lo tanto encontrar en ese mundo a veces tan lejano, rastros de los que realmente somos.