El dos de bastos es la oportunidad para acercarse al otro y convivir sin necesariamente estar buscándonos a nosotros mismos en ellos. También son nuestros pies que pisan un camino natural, ver hacia nuestro suelo, permite recordar que no seremos más que ese andante apreciando un sendero, que habitamos un ente vivo que está modificándose y nos modifica. Adapta su espalda para soportarnos y se sacude frente a nuestro acoso. No somos más importantes que él, digamos que ese elemento nos pensó por eso nunca podremos calcular su siguiente paso.
El dos de bastos es un camino, trazado en medio de circunstancias que los nacidos en este día no valoran. Lo natural les parece arbitrario y con esa premisa piensan que es saludable especular sobre todo, sin embargo lo natural sería su elemento constitutivo. La abdicación a los sentidos se da comúnmente porque su mente adaptable y rápida les permite fantasear que pueden renunciar a sus instintos. Pero la naturaleza siempre regresa y les muestra que es su elemento rector.
Esta contradicción los hace ser terriblemente voluntariosos y también a ser ingeniosos para salirse con la suya, de sus buenos resultados es que la soberbia se convierte en un patrón que los hace actuar como si caminaran sobre el agua.
Para los nacidos en este día habrá mucho trabajo y una comunicación más positiva con su entorno y con su propia esencia. Se encontrarán con personas que los hagan pensar en su originalidad, un ser que no se rinde al capricho de su seducción.