Lady Di, la princesa de Gales, fue la primera esposa del príncipe Carlos de Gales. Su personalidad, su polémica ruptura con el heredero y su inesperada y trágica muerte la convierten en un ícono de la realeza, un auténtico mito.
La mujer que rompió los estereotipos, perdió el tratamiento de alteza real y luchó por la dignificación de las minorías. Filántropa y distinguida dama que un día entró a un bar gay.
Fue la tolerancia ante la diferencia la que hizo que Diana de Gales conociera lugares que nunca hubiéramos imaginado. La actriz cómica, Cleo Rocos, relata en su libro The Power of Positive Drinking cómo es que el legendario líder y vocalista de Queen, Freddie Mercury, disfrazó a la princesa Diana de hombre para hacerla entrar en un bar gay de Londres. Se cree que la anécdota tuvo lugar en 1988, cuando Lady Di estaba aún casa con el príncipe Carlos.
Ser mujer en los ochentas ya era todo un tema. Las féminas tenían prohibido entrar a un bar a menos que fueran acompañadas de sus maridos. Solo las “prostitutas” iban solas a uno de estos sitos de “mala muerte”. Pero no se trata únicamente de una mujer entrando (sin su marido) a un bar, se trataba de una princesa entrando a un bar gay. Tremendo escándalo.
Según cuenta Cleo, todo empezó en una reunión privada en la que se encontraban Diana, Freddie Mercury, Cleo Rocos y el comediante Kenny Everett. Bebiendo champaña, las cosas subieron de tono. Lady Di la estaba pasando tan bien que decidió que (no) se acabó la fiesta.
La princesa Diana eligió el lugar, se trataba de un pub llamado Vauxhall Tavern, por supuesto, no era un lugar “adecuado” para ella. Como siempre, rompió la regla. Diana no quiso quedarse con la curiosidad de conocer aquel lugar. “Dejemos que la chica se divierta” fueron las palabras del vocalista de Queen.
Esa noche, Diana bebió una cerveza y una copa de vino blanco. Mercury desvió la atención de los presentes y Diana (disfrazada de hombre) pudo disfrutar sin ser reconocida.
Murió el 31 de Agosto de 1997 pero su legado aún vive.