El mayor estudio gubernamental sobre la salud de los hispanos en Estados Unidos pudiera ayudar a responder por qué viven más tiempo que otros estadounidenses, pero los primeros resultados indican que, para algunos, esa tendencia pudiera estar en peligro.
En general, se encontraron altas tasas de hipertensión, obesidad, diabetes y prediabetes, especialmente entre los más viejos. Pero se detectaron además indicios preocupantes entre algunos adultos hispanos más jóvenes. Fue el grupo cuyos miembros eran menos proclives a tener la diabetes bajo control o a consumir las cantidades recomendadas de frutas y verduras.
Los hispanos de Puerto Rico estuvieron entre los menos saludables, mientras que los procedentes de Sudamérica, que en general arribaron más recientemente, estuvieron entre los más saludables.
El estudio es el esfuerzo más extenso para documentar la salud de los hispanos en Estados Unidos. Dio seguimiento a más de 16.000 hispanos de entre 18 y 74 años desde el 2008.
El Instituto Nacional para el Corazón, los Pulmones y la Sangre dio a conocer los resultados iniciales el lunes, revelando con ello un diverso grupo cuyos hábitos de salud dependen de la edad y el país de origen.
Los mexicanos-estadounidenses son el grupo hispano más grande y más viejo en el país, pero ha habido más crecimiento reciente entre dominicanos y aquellos de Centro y Sudamérica.
Investigadores en cuatro ciudades están documentando la prevalencia de enfermedades crónicas y factores de riesgo, y tratando de determinar cómo la adopción de estilos de vida estadounidenses afecta la salud de los hispanos. Avilés dijo que los resultados pudieran proveer una comprensión mejor de lo que algunos llaman “la paradoja hispana”: mayor longevidad que los estadounidenses blancos no hispanos, pese a conocidos factores de riesgo.
Dijo que los resultados ayudarán a las comunidades a encontrar mejores formas de prevenir problemas de salud que aquejan a las poblaciones hispanas.