Los investigadores han descubierto una íntima relación entre el estrés con el azúcar y la grasa, es decir que el estrés engorda. El estrés crónico provoca un aumento en la insulina lo cual trae aparejado una disfunción metabólica qué conduce inevitablemente al sobrepeso, a la resistencia de la insulina y en última instancia a la diabetes.
Un aumento en el cortisol provoca la liberación de aminoácidos de los músculos, glucosa desde el hígado, y ácidos grasos en el torrente sanguíneo para que el cuerpo puede tener acceso a una enorme cantidad de energía en poco tiempo.
Por desgracia, puesto que carecemos de esta necesidad en la vida moderna, de reaccionar ante situaciones límite, moviéndonos en actividades físicas intensas, las hormonas con índices elevados siguen estimulando la liberación de aún más hormonas del estrés.
Debido a nuestro estilo de vida sedentario, estamos normalmente bebiendo nuestra taza de café mientras nos encontramos sentados en un escritorio, comiendo, o en el coche.
Cuando la cafeína provoca la generación de cortisol, nuestro estado de estrés produce una sobre tensión en un día ya lleno de acontecimientos estresantes.
Para evitar este caos desatados el organismo debemos evitar ciertos alimentos qué son los disparadores del estrés como los antes mencionados. Sustituye el café, alcohol, productos ricos en azúcar refinado por otros alimentos como frutas, batidos naturales, alimentos ricos en grasas saludables (como el pescado con abundante contenido en omega3), cereales y otros libres de gluten.
¿Qué hacer?
1) Párate y muévete
Mover los músculos alivia y reduce el estrés de inmediato porque engaña al cuerpo haciéndole creer que está escapando de la fuente del estrés.
2) Come despacio
Comer despacio, saborear cada bocado y prestar atención a la sensación de saciedad puede disminuir los niveles de cortisol y disminuir la cantidad de alimentos que comes.
3) No hagas dietas estrictas
Es irónico pero, las investigaciones demuestran que hacer dieta constantemente puede hacer que los niveles de cortisol se eleven hasta en un 18%.
4) Cede un poquito ante tus antojos
Cuando el estrés te conduce hacia algo dulce o salado, está bien ceder un poco. Es mucho mejor disfrutar de un pequeño “antojo” y reducir así la respuesta del cortisol, que dejar que éste se salga de control.
5) Restringe la cafeína
La combinación de cafeína y estrés aumenta los niveles de cortisol más que el estrés por sí solo.
6) Toma un buen desayuno
Las deficiencias de vitaminas del complejo B, vitamina C, calcio y magnesio le causan estrés al cuerpo. Estas deficiencias conducen a un aumento de los niveles de cortisol y de los deseos por comer.
7) Duerme bien
Para reducir el estrés, la estrategia más eficaz de todas es dormir las horas necesarias.