Para Jeremy y Rachel la idea de organizar la ceremonia de matrimonio, escoger el lugar, comprar el vestido, hacer la lista de invitados, escoger el menú, implicaba invertir una gran cantidad de dinero, lo cual resultaba innecesario porque el matrimonio no les causaba gran entusiasmo.
Así que mientras planeaban todo esto, un día se sentaron en silencio pensando qué hacer y Rachel propuso que en lugar de planear un matrimonio se fueran de viaje a Islandia, y así lo hicieron. Una semana después partieron rumbo a Islandia, sin hacer muchos planes.
A continuación te presentamos algunas de las imágenes de este viaje.