Muchas veces hemos oído hablar de la energía, que nuestro cuerpo la produce todo el tiempo, en los seres humanos todo es energía. Nuestras células funcionan con un intercambio de cargas negativas y positiva. Pero ¿qué es la energía sexual?
La energía sexual es la más poderosa del cuerpo, es fuente de creatividad, de transformación y vida; y por eso se describe como una llave para cumplir metas, de hecho todos nacemos gracias a esta energía y siempre se puede acceder a ella. La energía sexual puede funcionar como la pila de vida en el cuerpo. A partir de su uso inteligente se enciende la luz interior que genera atracción hacia los sueños que se tienen en la mente y el corazón.
Cuando la fuerza de la energía sexual se activa, puede irse movilizando a través de todo el cuerpo hasta llegar a la coronilla, ubicada en la parte superior de la cabeza, y de esta manera conectarse de fondo con el propósito que se anhela.
Aunque estas son técnicas de concentración y relajación orientales, no es necesario ser un erudito en el tema para poder utilizarlas. La clave estar presente en el momento, porque de esta manera se vive más plenamente la experiencia sexual y se pueden alcanzar estados alterados de conciencia, es decir, al momento de hacer el amor no estar distraídos, pensando en si el otro nos acepta, o en un problema del trabajo, porque así se pierde la capacidad de conexión con nosotros mismos.
Se trata de tomarse el tiempo necesario para concentrarse en lo que se está sintiendo, sin prisa por terminar o ansiedad por eyacular; la idea no es ir directo a los genitales sino despertar distintas zonas.
El objetivo central es vivir el acto sexual en toda su plenitud, explorar todos los rincones, para que cuando se llegue al éxtasis total se puede llenar el cuerpo de energía pura y esta sirva de motor para lograr metas y propósitos.