México ocupa los primeros lugares a nivel mundial en obesidad infantil, y tras un experimento en el que de la la investigadora Irma Zarzo Padrón utilizó ratas embarazadas concluyó que aquellas que toman azúcar en exceso pueden heredar obesidad a sus hijos.
La investigadora y científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó a través de un un comunicado del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, que tres de cada 10 niños de cinco a 12 años de edad presentan sobrepeso u obesidad, pero ¿cuál es la causa?
Durante una investigación se prepararon dos grupos de ratas embarazadas; un grupo fue alimentado con croquetas balanceadas para ratas y agua simple, mientras que al otro se le dio la misma cantidad de croquetas y agua con una cantidad de azúcar tres veces mayor, lo equivalente a un refresco en los humanos.
¿El resultado? lo obvio, quienes bebían más azúcar comían menos croquetas y al momento de nacer sus crías eran alimentadas a través de su madre que había recibido una cantidad alta de azúcar, especificó.
En contraste las crías de las ratas cuyas madres tomaron agua con mayor contenido de azúcar nacían con un peso de seis gramos o más, respecto al grupo alimentado con agua simple.
En otro tipo de resultado de la investigación se notó que al momento del destete, que es las tres semanas y media, el peso de las crías aumentaba con mayor velocidad que las camadas del otro grupo.
También encontraron alteraciones en los cerebros de las crías, la más significativa fue que había un menor número de células piramidales, especialmente en los machos, ya que las alteraciones se observan en una estructura del cerebro conocida como hipocampo.
“Parece ser que el azúcar sí tuvo que ver con una degeneración o retraso en la formación del hipocampo”, resaltó la investigadora. Es decir, el azúcar afectó el desarrollo del cerebro de las ratas experimentales, principalmente en los machos.
Lo que se concluye de esta investigación es que el azúcar que ingería la rata madre, pasaba por la placenta y cuando nacían las crías la ingerían a través de la leche lo que afecta a su sistema nervioso.
Estos resultados no se han demostrado en humanos, sin embargo Zarzo Padrón destacó que existe una asociación entre las madres que consumen alimentos muy azucarados y niños con alto peso.