Dicen que para el amor no hay edad, sin embargo el sexo y las personas, sí lo tienen, por eso los que se atraen y se llevan algunos años de diferencia suelen reflexionar mucho antes de iniciar una vida sexual con su pareja estable.
Uno de los estudios más famosos con respecto al tema sondeó a 3.000 norteamericanos que sostenían que si la diferencia de edad en la pareja es solo de un año, esta tiene un 3% de posibilidad de divorciarse. Para los que se llevaban 5 años asciende a un 18% y con 10 años entre una pareja y otra, aumentó hasta el 39%. Cuando la edad se extiende a 20 o 30 años, ni se diga, las investigaciones arrojan que hay un 98% de probabilidades en que no funcione.
Aunque en tiempos más antiguos era bien visto que los hombres debían ser mayores para proveer una vida económicamente estable, y la mujer más joven para asegurar una larga descendencia, esto, ya pasó a la historia. Sin embargo emprender una relación amorosa o sexual con una persona mayor o menor por algunos años, es evidente que habrá etapas de su vida que no podrán compartir el uno con el otro; y que puede ser difícil sentir empatía el uno con el otro.
Una de las desventajas que rodean a las parejas con diferencia de edad es la infidelidad, por lo regular viene del amante más joven, pues sus expectativas sexuales no son plenamente satisfechas. Otra es que también este integrante pueda acabar de cuidador a un edad muy temprana.
Pero no todo es malo, tener una persona más grande como pareja proporciona mayor conocimiento pero sobre experiencia. También estudios demuestran que tener una pareja sexual mayor es mucho más placentero que uno muy joven, todo aunado a la experiencia.