La vitamina C o ácido ascórbico es esencial en la alimentación de los seres humanos porque ayuda al organismo en la absorción del hierro y el calcio.
Entre sus beneficios, la vitamina C destaca como un poderoso antioxidante que previene el daño en el ADN celular.
De hecho es uno de los ingredientes estrella de los cosméticos antiedad gracias a la capacidad de aumentar la síntesis de colágeno, una proteína muy abundante en la piel que disminuye con los años.
Afortunadamente, podemos encontrar la vitamina C en muchos productos para el cuidado de nuestro rostro y cabello.
En el mercado existen diferentes presentaciones de champú para todo tipo de cabello. La vitamina C restaura las fibras de colágeno dando vitalidad a nuestra cabellera.
Las cremas faciales pueden ser utilizadas durante el día para dar luminosidad a la piel, aunque es necesario aplicar un filtro solar si la vitamina C está en forma ácida, ya que al oxidarse en contacto con el sol puede dar lugar a manchas en la piel.
Una de nuestras presentaciones favoritas es en sérum o gotas, que se aplican por la noche para conseguir una reparación nocturna de la piel. Durante el día hay que usar además una crema hidratante con filtro solar.
¿Qué alimentos debemos comer?
Para beneficiarnos de la vitamina C también podemos consumir frutas y cítricos como kiwi, naranja, mango, mandarina, limón, papaya, ciruela, melón, pera, uva y manzana.
Puedes consumirlos en jugos por lo que se recomienda beberlos inmediatamente después de su preparación ya que la vitamina C se oxida fácilmente con la luz.
Consume verduras como pimiento crudo rojo o verde, brócoli, tomate, espinaca, papa, alcaucil, cebolla, zanahoria, perejil y coles.
Y que no sabías que cuando el pimiento rojo está maduro, éste puede superar los niveles de vitamina C que proveen los cítricos. Qué tal ¿eh?
¡Recuerda que la belleza también depende de una buena alimentación!