En Holanda desarrollaron un juego de mesa para niños, con el fin de ayudarles a identificar casos de violencia sexual en su contra y poder denunciar a los pederastas.
El juego de mesa está inspirado en el juego de la oca y el tablero ayuda a los niños a ser conscientes con preguntas e iconos sobre los límites sexuales.
El objetivo es que los pequeños aprendan cuando tocarles es bueno, malo o confuso y -añade- hacerles más normal y fácil hablar de ello con un adulto.
Aunque existe una frontera muy sensible entre hablar del comportamiento sexual inapropiado y hacer preguntas directas al niño si se sospecha de abusos, el juego de mesa, aún en fase de prueba, es una herramienta que podría ayudar en casos de pederastia.