Estar de pie mucho tiempo, tener sobrepeso, cargar objetos pesados, recibir golpes y presentar deformidades congénitas o adquiridas en las rodillas, predisponen al desgaste de las mismas y afecta con más frecuencia después de los 30 años.
Hablamos de la gonartrosis: una enfermedad que se caracteriza por una lesión en la articulación de la rodilla, donde hay un desgaste del cartílago que inflama los demás componentes, lo cual condiciona el aumento de volumen, dolor, limitación para el movimiento y la marcha, generalmente de tipo progresivo.
La gonartrosis se caracteriza por una lesión en la articulación de la rodilla, donde hay un desgaste del cartílago que inflama los demás componentes, lo cual condiciona el aumento de volumen, dolor, limitación para el movimiento y la marcha, generalmente de tipo progresivo.
Puedes sentir dolor, limitación para la movilidad, sensación o presencia de rigidez, tronidos en las rodillas, aumento de las deformidades, volverlas gruesas, chuecas, disminución en la masa muscular, sensación de falta de fuerza o inestabilidad de las rodillas.
En las etapas iniciales de la enfermedad, los médicos ofrecen orientación físico-deportiva, terapia física con fortalecimiento muscular, mientras que ante un cuadro agudo, definitivamente tendrán que recurrir a analgésicos y antiinflamatorios.
¿Y tú cómo cuidas tus rodillas?
En el tratamiento quirúrgico, cualquiera de sus variedades, tiene el propósito de quitar o disminuir el dolor, y mejorar la funcionalidad de la rodilla, mientras que la colocación de prótesis se recomienda únicamente en personas mayores de 60 años después de una minuciosa evaluación clínica radiográfica.
Si tienes alguno de estos síntomas, no dudes en acudir con el médico especialista, ¡pero nada mejor que prevenir!
Disminuyes las posibilidades o la gravedad del daño a las rodillas al mantener o buscar tener un peso corporal adecuado, no someter a esfuerzos inmoderados o repetitivos a las rodillas, así como evitar cargar objetos pesados.
Ya lo sabes: ¡a cuidar esas rodillas!