El “golpe de calor” se refiere a esa situación cuando la temperatura corporal se eleva por encima de los 39.4° grados. Esto puede ser provocado por la temperatura ambiental o por realizar alguna actividad física vigorosa en la que el nuestro cuerpo no es capaz de regularla.
Cualquier persona estamos expuestos a sufrir un “golpe de calor” sin embargo lactantes, niños, personas de la tercera edad, diabéticos, personas con obesidad, trabajadores al aire libre y personas con capacidades diferentes son los más vulnerables a padecerlo.
¿Cómo saber si sufres un “golpe de calor”?
Cuando la temperatura del cuerpo se eleva de manera descontrolada y sufres de un “golpe de calor” puedes sentir un dolor de cabeza intenso, mareos, sensación de debilidad, ausencia de sudor, hiperventilación, sequedad y enrojecimiento de la piel entre otros síntomas.
¡Ojo es importante cuidarse! por eso hay que mantenerse hidratado y evitar la sobreexposición a los rayos solares para proteger su salud entre las 10:00 y las 16:00 horas.
No olvides usar bloqueador solar, ropa fresca (de preferencia colores claros) usar gafas solares para proteger los ojos y por supuesto mantente hidratado principalmente con agua natural.
Si te mantienes en lugares frescos o bajo la sombra puedes evitar esta situación. En caso de que tengas que estacionar tu auto en la calle procura que sea en un lugar con sombra ya que estando al sol la temperatura se eleva de forma considerable.
Por el aumento de la temperatura los alimentos se descomponen muy rápido por eso es importante mantenerlos en refrigeración y así evitarás problemas gastrointestinales, que en esta temporada son muy comunes.
Cuida a tu familia, si tú o algún miembro de tu familia se sienten mal lo mejor que pueden hacer es acudir al médico de forma inmediata. No te automediques ni a ti ni a ningún miembro de tu familia.