Mantener bien humectada la piel le entrega fortaleza y la flexibilidad necesaria para lucir genial y estar saludable, de ahí la importancia de utilizar la crema adecuada a tu tipo de piel. ¡Toma nota!
1. Piel Normal- Una piel normal se caracteriza por ser flexible, hidratada, donde no se aprecian áreas de resequedad, es resistente a los cambios climáticos y su PH es balanceado. Si tienes la suerte de tener piel normal, utiliza una crema a base de Aloe Vera o vitaminas A, C, pues te ayudará a mantener tu piel humectada y sin resequedad.
2. Piel Mixta- La piel mixta muestra zonas de piel grasa y otras seca. Tiende a ser seca en áreas del cuerpo como las rodillas, codos y plantas de los pies, y grasa en brazos, piernas y espalda. En este tipo de piel, las cremas más indicadas son las suaves y libres de aceites, pero que al mismo tiempo hidraten profundamente.
3. Piel Grasa – Este tipo de piel presenta una mayor actividad de las glándulas sebáceas. Tiene una apariencia húmeda y brillante, regularmente se acompaña de puntos negros y espinillas. Para piel grasa, debes usar cremas hidratantes ligeras y sin aceites para evitar que estas aporten más grasa.
4. Piel Seca Contrario a la piel grasa, esta piel presenta una escasa actividad de las glándulas sebáceas, provocando que tenga poca elasticidad, apariencia de tirantez y tendencia a la descamación e irritación. Aplica todos los días una crema humectante que incremente y mantenga el nivel de agua de tu piel mientras calma la sensación de resequedad.
5. Piel Sensible Suele irritarse fácilmente, es decir, tiene menor tolerancia a los factores externos que una piel normal. Sufre tirantez, picazones, irritación y es propensa al enrojecimiento. Emplea una crema hipoalergénica que sea suave y no irritante para que no dañe tu piel.
¡Ahora ya sabes, utiliza la crema de acuerdo a tu tipo de piel!