Muchas personas consideran que la infidelidad es la principal causa de divorcios y separaciones en la mayoría de las parejas, cosa que muy probablemente es cierta. Sin embargo, existe otro tipo de infidelidad que no tiene que ver con las relaciones extramaritales, sino con la forma en la que se establecen otro tipo de vínculos que perjudican de tal manera a una pareja, que la llevan al fracaso.
Este tipo de relaciones pueden ser múltiples y variadas, es posible que sean con personas, cosas o cualquier tipo de actividades. Como su pasatiempo favorito o incluso su familia de origen.
Algunas recomendaciones que te ayudarán a manejar con sabiduría tu relación de pareja y a prevenir que ésta pueda terminar por culpa de terceros:
La prioridad es tu pareja. Si te has unido a otra persona para formar un núcleo familiar, lo más natural es que le otorgues la importancia que merece y tu pareja haga lo mismo contigo. Puede que tengan hijos y por supuesto que ellos son muy importantes para ambos, pero a la larga, tu pareja será quién llegue a la vejez contigo y es esa la relación que debes cuidar con más ahínco.
No permitas que tu empleo se apodere de tu vida. El trabajo sin duda es muy importante, pero a la larga te pueden despedir de ese empleo o llegará el momento en que te jubiles. Piensa en que quizá con todo ese esfuerzo y entrega laboral puedes estar olvidando a tu pareja, que cansada de estar al último de la fila, puede optar por alejarse de ti.
Dale a tu familia su tiempo y lugar. Muchos matrimonios han acabado debido a la intromisión de suegras y cuñados, o a padres y hermanos con problemas que necesitan apoyo. Por supuesto que hay que ayudar a la familia en lo que sea posible, pero recuerda no pasar de los límites establecidos con tu pareja.
Organiza tu tiempo para que puedas divertirte. Estar en pareja es sinónimo de esclavitud, solo es cuestión de organizarte y hablar con tu pareja cuando vayas a pasar tiempo con tus amigos, momentos que incluso pueden compartir ambos.
No se trata de hacer de la relación conyugal tu única relación afectiva permitida, sino que consiste en darle a tu pareja el lugar que merece por los sacrificios, la entrega y el gusto que te da tenerla en tu vida. Lo justo es corresponder de igual manera.