Perder la virginidad no tiene por qué ser doloroso. La primera vez no siempre debe ser algo atemorizante, pero nunca está de más saber cómo evitar que esta experiencia sea mala.
Empieza por conocer que todos los cuerpos, masculinos y femeninos, reaccionan de manera diferente ante el sexo.
El dolor es causado por la ruptura del himen, una membrana delgada que se rasga con la penetración. Pero muchas mujeres pierden el himen sin siquiera tener sexo ya que es una membrana muy sensible.
La primera vez suele estar llena de temores, pero trata de despejar tu mente. Si tienes miedo tu vagina se contraerá y la penetración será más difícil.
Crea un ambiente relajado y tómate el tiempo necesario para tener relaciones. Es bueno que hables de esto con tu pareja antes de perder la virginidad.
Para evitar el dolor puedes usar un lubricante o vaselina. Aplícalo en el pene de tu pareja para que la penetración sea indolora.
Recuerda que debes usar un condón ya que, aunque sea la primera vez, debes protegerte de enfermedades y embarazos no deseados.