La Asociación Estadounidense del Corazón emitió las primeras directrices para disminuir el riesgo de apoplejías en mujeres. Estas se enfocan en el control de la natalidad, embarazo, depresión y otros factores de riesgo que sólo enfrentan las mujeres o lo hacen con más frecuencia que los hombres.
El consejo aplica a pacientes como Denise Miller, quien el año pasado tuvo un accidente cerebrovascular que no detectaron los médicos de dos hospitales en Ohio antes de que fuera diagnosticado en una clínica de Cleveland. Ella tenía 36 años y no tenía los tradicionales factores de riesgo.
Estos dolores de cabeza son comunes en mujeres y las nuevas directrices los señalan como punto de atención. Miller se recuperó, pero ha tenido algunos problemas de visión y adormecimiento prolongado.
Cada año, unos 800.000 estadounidenses tienen una nueva o recurrente apoplejía, la cual ocurre cuando un vaso sanguíneo con flujo hacia el cerebro se tapa por un coágulo o estalla. Los accidentes cerebrovasculares son la tercera causa de fallecimientos entre mujeres y la quinta entre hombres. La clave para sobrevivir a uno y limitar la discapacidad es recibir ayuda pronto y reconocer síntomas como dificultad para hablar, debilidad o adormecimiento en un brazo o que el rostro se vaya de lado. El riesgo de una apoplejía aumenta con la edad.
Las directrices generales para evitarlas actualmente se enfocan en controlar la presión arterial y la diabetes, dejar de fumar, ejercitarse más y llevar una dieta sana. Las nuevas recomendaciones sugieren a las mujeres entre otras cosas:
Revisar su presión arterial antes de comenzar a tomar anticonceptivos porque la combinación eleva aunque sea poco el riesgo de apoplejías.
Los accidentes cerebrovasculares son inusuales durante el embarazo, pero aun así son mayores sobre todo en los últimos tres meses de gestación y poco después de dar a luz. La mayor preocupación es la preeclampsia, cuando la presión arterial se eleva peligrosamente.
La aspirina es recomendada para las personas que ya sufrieron una apoplejía, a menos que ésta fuese causada por una hemorragia en lugar de un coágulo.
Las migrañas, que las mujeres sufren más que los hombres, no elevan en sí el riesgo, pero las que llegan con aura, sí. Tomar anticonceptivos y fumar eleva el riesgo todavía más, de acuerdo con las directrices.