Muchas veces soñamos con mejorar nuestras relaciones amorosas, pero no entendemos por qué siempre tenemos mala suerte en el amor, por qué siempre nos topamos con un patán que nos deja con el corazón roto.
Quizá el error lo estamos cometiendo nosotras mismas y no ellos. Estos son los consejos para lograr un amor verdadero que dure toda la vida.
Cultiva un amor maduro y consciente, ahí donde ambos miembros son capaces de permitir el crecimiento personal del ser querido, a la vez que propician el de la propia pareja.
Tú no eres un sanador de heridas, un ocupante de vacíos, ni un susurrador que hace escampar los miedos. Lo podrás ser unas semanas, unos meses pero después, ya no será un amor, será una condena.
Tú apoyas, y mereces ser apoyado, tú cuidas e incentivas, y tú, te permites ser atendido y valorado cada día.
El amor es crecimiento, es plenitud y felicidad inscrita en los pequeños actos. Sin complicidad, respeto y dedicación mutua, el amor no es completo ni auténtico.