Con una incidencia mayor en las mujeres, en proporción de tres a uno en comparación con los varones, las hemorroides se posicionan como el primer motivo de consulta y cirugía proctológica, informó el especialista Juan Manuel Vergara Trejo.
El jefe de Cirugía General del Hospital General Regional (HGR) No. 110 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco definió a las hemorroides como la dilatación o inflamación de las venas ubicadas en el ano.
Sobre las causas, el experto dijo que incluyen desde factores heredo-genéticos, hasta ocupacionales permanecer mucho tiempo de pie o sentado, pero el más significativo es consumir alimentos muy condimentados y grasosos, ya que es el principal precursor en la formación de hemorroides.
Destacó que otros factores, como el estreñimiento crónico, derivado de una dieta pobre en fibra y líquidos, al igual que la obesidad y el embarazo, contribuyen también a que aparezcan hemorroides.
Indicó que es a partir de la segunda década de la vida en que este problema da sus primeros síntomas, teniendo un pico de presentación entre los 30 y los 40 años.
Al señalar que el alcohol y el consumo excesivo de harinas, facilitan también el desarrollo de hemorroides, el entrevistado detalló que existen cuatro grados de éstas y en función de ellos es la sintomatología que presentan los pacientes.
Prurito o comezón en la región anal, así como dolor al momento de evacuar, sangrado e inflamación en esa zona anatómica, son los datos clínicos más sugestivos de la enfermedad, que en sus grados tres y cuatro deben ser resueltos mediante una cirugía conocida como hemorroidectomía, dijo.
Y es que, explicó, en sus grados más avanzados, la inflamación hemorroidal es permanente y esto puede facilitar que las venas se trombosen, es decir, que se formen trombos al interior de las mismas, con un riesgo incrementado a sangrados o hemorragias importantes.
Dio a conocer que el tratamiento básicamente consiste en medidas higiénico dietéticas como tener un buen aseo en la región anal, e incluir más fibra en la dieta, esto es, más frutas, verduras y agua, evitando en contraparte, los productos muy condimentados, grasosos y ricos en harina.