Carlos Monsiváis y sus frases más representativas
Hoy sería el cumpleaños número 79 del escritor mexicano
El escritor mexicano Carlos Monsiváis nació el 4 de mayo de 1938 y murió el 19 de junio de 2010, es conocido como uno de los más importantes escritores del México contemporáneo.
Realizó sus estudios en las facultades de Economía y de Filosofía y Letras en la UNAM, ahí conoció a quienes serían sus amigos y cómplices de su vida como ensayista: Sergio Pitol, José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska.
Se convirtió en una de las voces más importantes del panorama cultural hispánico gracias a su capacidad crítica, su estatura intelectual y su peculiaridad estilística.
Incursionó en múltiples foros como: revistas, mesas redondas, programas de radio y televisión, periódicos, coloquios, museos, películas, antologías, prólogos, un sin fin de etcéteras que lo convirtieron en una celebridad y uno de los personajes más importantes del país.
Recopilamos las mejores frases del escritor:
- Mi definición de fracasado: aquel que confía en sus propios méritos para hacerla.
- La patria concebible es la autobiografía, el contarle a algunos que se ha sido alguien.
- En el principio era el orgasmo, la utopía renovable a diario.
- Si nadie te garantiza el mañana el hoy se vuelve inmenso.
- Muchos dicen que han cumplido con su deber, y a mí, me da mucho gusto no haber cumplido ni con la mínima parte de él, para desgracia o fortuna de esta patria.
- No puedo hacer un resumen de mi vida, porque está conformada por varias épocas y circunstancias, libros, amistades y pleitos, y eso, sólo admite resúmenes parciales.
- ¿Hasta qué punto es responsable de sus actos una persona abandonada, sin recursos ni capacidad específica, enloquecida por los malos tratos, la indiferencia y la imposibilidad de alimentar a los suyos?
- Ya no le diga cinismo. Dígale sinceridad.
- Los pobres nunca serán modernos. Se comunican por anécdotas, no por estadísticas.
- Falso que los de la clase gobernante seamos racistas. Los racistas son los indios y los nacos y la plebe y el infelizaje, que prefieren fracasar con tal de no tratarnos.