Carla Moolenaar, es la mejor para detener penaltis pero la acusan de ser niño por su aspecto
Por no llevar una coleta y ser tan buena el entrenador del equipo rival la confunde con un niño
Carla Moolenaar, juega futbol en España, su equipo Asturias Femenino (integrado por jugadoras de varios clubes del Principado) ganó el pasado fin de semana el encuentro contra el Tropezón A, en un torneo organizado en Ribadeo.
Ella se lució al detener dos penaltis de tres ya que el encuentro había terminado con un empate y por la vía de los penaltis se definiría qué equipo pasaría a la siguiente fase.
Esta acción, de ser “tan buena” y “la mejor portera” hizo que el entrenador rival reclamara a la organización del torneo que Carla en realidad no era una chica, sino un chico.
Asunción Torre, la madre de Carla Moolenaar, estalló tras esta acusación ya que durante el partido tuvo que soportar varios comentarios irrespetuosos que, según asegura, procedían del banquillo del Tropezón.
Asunción decidió escribir una carta dirigida a la directiva del Tropezón en la que quiso recordar que “al futbol se juega con las piernas, con la cabeza y con el corazón. No con el sexo. Esos atributos que tanto les gusta mentar durante los partidos”.
Esta carta se dio a conocer a través de las redes sociales y llegó hasta el club quienes admiten que efectivamente se produjeron comentarios durante el partido “que no se tenían que haber dicho”.
Carla quien mide 1.63m, hace tiempo decidió dejar atrás las coletas y se cortó el pelo (una acción de lo más normal) sin embargo ese motivo fue suficiente para recibir insultos.
Su madre dentro de la carta lamentó no saber “qué es más ofensivo, que pensaran que es un niño porque tiene el pelo corto, que pensaran que es un niño porque es una buena portera, o que se atrevieran a plantear su sexo como un posible motivo para presentar una protesta ante la organización del torneo”.
La directiva se disculpó pero al mismo tiempo mencionó sobre este último punto que “el entrenador se ha podido equivocar, porque según el torneo pueden jugar chicos y chicas juntos, y a lo mejor estuvo mal preguntar si el portero era niño o niña”.
Ante todo esto Carla sólo se ríe y lo toma con humor ya que ella no entendía nada de lo que decían en las gradas los aficionados “había tanto jaleo que no sabía que iba conmigo”. De lo único que está tranquila y feliz es de haber hecho “bien su trabajo”.
Lo único que lamenta es que no le hayan pedido disculpas porque ella reconoce que cuando se ha confundido pide perdón y ya está.
La directiva del Club asegura que se ha mandado una carta a la madre de Carla pidiendo disculpas en caso de que se hubiera producido alguna palabra mal sonante.
Ella se lució al detener dos penaltis de tres ya que el encuentro había terminado con un empate y por la vía de los penaltis se definiría qué equipo pasaría a la siguiente fase.
Esta acción, de ser “tan buena” y “la mejor portera” hizo que el entrenador rival reclamara a la organización del torneo que Carla en realidad no era una chica, sino un chico.
Asunción Torre, la madre de Carla Moolenaar, estalló tras esta acusación ya que durante el partido tuvo que soportar varios comentarios irrespetuosos que, según asegura, procedían del banquillo del Tropezón.
Asunción decidió escribir una carta dirigida a la directiva del Tropezón en la que quiso recordar que “al futbol se juega con las piernas, con la cabeza y con el corazón. No con el sexo. Esos atributos que tanto les gusta mentar durante los partidos”.
Esta carta se dio a conocer a través de las redes sociales y llegó hasta el club quienes admiten que efectivamente se produjeron comentarios durante el partido “que no se tenían que haber dicho”.
Carla quien mide 1.63m, hace tiempo decidió dejar atrás las coletas y se cortó el pelo (una acción de lo más normal) sin embargo ese motivo fue suficiente para recibir insultos.
Su madre dentro de la carta lamentó no saber “qué es más ofensivo, que pensaran que es un niño porque tiene el pelo corto, que pensaran que es un niño porque es una buena portera, o que se atrevieran a plantear su sexo como un posible motivo para presentar una protesta ante la organización del torneo”.
La directiva se disculpó pero al mismo tiempo mencionó sobre este último punto que “el entrenador se ha podido equivocar, porque según el torneo pueden jugar chicos y chicas juntos, y a lo mejor estuvo mal preguntar si el portero era niño o niña”.
Ante todo esto Carla sólo se ríe y lo toma con humor ya que ella no entendía nada de lo que decían en las gradas los aficionados “había tanto jaleo que no sabía que iba conmigo”. De lo único que está tranquila y feliz es de haber hecho “bien su trabajo”.
Lo único que lamenta es que no le hayan pedido disculpas porque ella reconoce que cuando se ha confundido pide perdón y ya está.
La directiva del Club asegura que se ha mandado una carta a la madre de Carla pidiendo disculpas en caso de que se hubiera producido alguna palabra mal sonante.