Resulta que aquellos bichos raros que nos parecen desagradables y babosos, los caracoles pueden convertirse en una oportunidad para impulsar la economía de cualquier comunidad al ser una fuente para obtener alimento y productos de belleza.
En la comunidad del ejido Santiago de Yeche,en el Estado de México utilizan ecotecnias para la sustentabilidad como: un sistema de captura de agua de lluvia, letrinas secas y la innovación, un invernadero para cosechar caracoles.
Angel Luciano Maya, asesor técnico de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), compartió para Notimex que a través del apoyo del proyecto “Casa de paja y técnicas ecológicas” la comunidad ha recibido capacitación para establecer un invernadero que pueda generarles recursos a través del caracol.
Solo se necesita de un terreno de 40 metros cuadrados para generar de 15 mil a 25 mil caracoles mismos que son utilizados en el mundo para la gastronomía gourmet y los productos de belleza.
Pero que no nos sorprenda, esto es parte de la recuperación cultural de nuestro país, las tradiciones ancestrales que son amigables para el entorno ya que se aprovecha la riqueza natural del lugar sin necesidad de estrenarlo.
Caracoles… que rentables resultaron
Y si la naturaleza te da caracoles, pues aproveéchalos. Resulta que el entorno natural permite la cosecha de caracol no se requiere de adecuar nada, solo hierbas y humedad.
Tampoco se tiene que traer alguna especie de otro lugar del mundo, solo hay que seleccionar los que se encuentran en la zona e introducirlos al invernadero en donde son colocados en diferentes áreas, ya sea para su crecimiento, reproducción o consumo final.
Se alimentan de espinaca, col o zanahoria, que les permite crecer y reproducirse de forma abundante para llegar a obtener hasta un litro de baba por kilo de caracol. En mes y medio se pueden ordeñar y eso se puede hacer dos veces al año para después consumir su carne.
Y vaya que es rentable, en la gastronomía gourmet puede llegarse a verde un platillo de entre $150 a $200 pesos el platillo más sencillo pero con un gran sabor.
Su baba tiene grandes propiedades como la colageína que tiene efectos altamente cicatrizantes y para la regeneración de la piel.
De la baba extraída se pueden producir jabones para la piel o usar directamente a 80 por ciento como mascarilla o cicatrizante.
Una vez que son ordeñados se preparan para su consumo humano se pueden preparar desde ceviches hasta sopas, tortitas y ensaladas, con un sabor muy agradable al paladar. Solo basta lavarlos, desflemarlos y finalmente hervirlos o asarlos.
Los caracoles son un manjar que forman parte de la comida prehispánica.