Todos los días, a determinada hora, nuestro cuerpo nos pide alimento, para lo cual, nosotros respondemos comiendo “algo” que calme nuestra hambre. Sin embargo, la gran mayoría de las veces lo hacemos con alimentos poco nutritivos o comidas rápidas que aportan una gran cantidad de azúcar y grasa. Esto, sumado al ritmo de trabajo el estrés diario y los desvelos puede llegar a ocasionar problemas de salud y como consecuencia una mala nutrición. Por está razón es importante complementar nuestra dieta diaria con los nutrientes que nuestro cuerpo exige mediante la buena elección de suplementos alimenticios que proporcione todo lo necesario para lograr un funcionamiento óptimo todos los días.
Existen diferentes presentaciones de suplementos, en polvo y líquido principalmente, que contiene 28 vitaminas y minerales que logran un balance ideal, en su consumo regular. Este balance aporta grandes beneficios principalmente en la salud de los huesos y su buen estado, fortaleciendo el sistema inmunológico al mantener las defensas siempre fuertes y aportando elementos necesarios para tener nuestro sistema cardiovascular fuerte, cuidando al máximo nuestro corazón. En si, ayudan a mantener o mejorar la calidad de vida.
Es importante tener en cuenta que a diferencia de los multivitamínicos, los suplementos ofrecen un balance calórico a base de hidratos de carbono, proteínas y grasas de alta calidad, que dan como resultado un verdadero equilibrio a nuestra alimentación y obtención de nutrientes básicos. Este equilibrio calórico no añade grasas extras a la dieta, por lo tanto no engorda.
Otro beneficios extra que tiene algunos suplementos son sus ingredientes, ya que contienen probióticos y la insulina, que ayudan a restablecer la flora intestinal. Es por eso que los suplementos alimenticios se recomiendan para mejorar la salida de todos: niños, jóvenes, adultos, gente activa o con poca actividad física, y no solamente la salud de las personas enfermas o con problemas de alimentación, como muchas personas creen.