Qué hacer si sufres un brote de acné después de los treintas
Nuestras costumbres sí pueden estar detrás de ciertos tipos de acné adulto
Se llama acné adulto, y es un brote de acné dónde el perfil más común entre los pacientes con acné en la edad adulta es el de una mujer de alrededor de 30 años, entre un 15% y un 20% de las mujeres padecen este tipo de afección inflamatoria de la piel que aparece hacia la mitad de la segunda década de la vida.
El acné adulto es un trastorno inflamatorio de la piel de intensidad moderada que afecta sobre todo a la zona U del rostro que incluye los ángulos mandibulares, cuello y la zona peribucal. Las lesiones son de tipo inflamatorio y no suelen aparecer comedones, los típicos granos sebáceos originados por la obstrucción del folículo.
¿Qué hacer? Para empezar, no le restes importancia. Como señala la dermatóloga Paloma Cornejo, miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), “esta no es una patología banal que se elimine fácilmente con una crema y un jabón”.
De hecho, es una de las más comunes; se calcula que el 80% de las personas tendrán que lidiar con ella –en distintos grados– en algún momento de su vida. Y, en concreto, en la edad adulta las mujeres nos llevamos la peor parte, por una mayor prevalencia, según datos de los laboratorios Leo Pharma.
Los factores que favorecen la aparición del acné en la edad adulta son el estrés, el tabaco, los hábitos de vida y los cambios hormonales. También se han estudiado aspectos dietéticos como el consumo de ciertos derivados lácteos desnatados o la dieta alta en glúcidos e hidratos aunque los resultados obtenidos no son concluyentes.
Es un hecho que el acné adulto se trata mejor con remedios a base de hierbas. El Aceite de árbol de té, por ejemplo, mata el Propionibacterium acnes tan bien como el peróxido de benzoilo, pero sin resecar la piel. No funciona tan rápidamente como el peróxido de benzoilo, pero no causa nuevos brotes.
Jabones y lavados realizados con caléndula detienen el acné, y matan a las bacterias que causan las infecciones por estafilococos y estreptococos.
Los adultos que tienen acné también tienen que tener más cuidado con la forma en que lavan su piel. Usando un poco de jabón en una toallita y dando a su rostro una buena frotada no es lo mejor.
Es mucho mejor usar limpiador en espuma, y luego aplicar la espuma a su piel con los dedos limpios. Deja que el limpiador trabaje en su piel durante unos 30 segundos, y luego enjuagar con agua tibia.
El agua fría cierra los poros, y el agua caliente seca la piel, por lo tanto es mejor usar agua caliente para evitar brotes.
El hecho es que, para la inmensa mayoría de los adultos que tienen acné común, la respuesta es sencilla: cuidar la piel, todos los días.
Los problemas de acné profundos como quistes y nódulos pueden requerir la atención de un médico, pero después del tratamiento médico inicial, el cuidado diario de la piel es el elemento más importante para mantener el acné fuera para siempre.