Muchas mujeres sufren de brazos flácidos. A medida que envejecemos, la piel pierde colágeno y elastina, los tejidos conectivos que mantienen todo unido. Como resultado, la piel debajo de los brazos se vuelve flácida.
Lo primero es empezar un régimen alimenticio libre de grasas saturadas, sabías que el exceso de calorías se convierte en grasa en tu cuerpo y se adhiere a zonas como brazos, abdomen, muslos y glúteos.
Debes olvidarte de la comida chatarra, de los antojos a media tarde que impliquen una combinación recargada de harinas, carbohidratos y azúcares. Es mejor comer una manzana, una pera u otra fruta cuando tengamos la sensación de apetencia.
Diariamente debes tomar mínimo seis vasos de agua, priorizar tu consumo de frutas verduras y ensaladas. Si cumples con todo ello, te será más fácil deshacerte de la grasa acumulada y te permitirá no incrementarla.
Puedes también seguir estos pequeños consejos:
Come más proteínas
Junto con las grasas y los carbohidratos, las proteínas son imprescindibles para una dieta balanceada. Son el “hormigón” del cuerpo y tienen la función de dar firmeza a la piel y los músculos. Están en las carnes, clara de huevo, legumbres, semillas, frutos secos, lácteos, soja y derivados.
Depura tu organismo
A veces los músculos y la piel se ven flácidos si hay mucha concentración de toxinas en el organismo. Habitualmente éstas se eliminan a través de la transpiración y la orina, pero se puede reforzar con el uso de arcilla una vez por semana.
Haz ejercicio
Para eliminar la “flojera” de los brazos conviene trabajar con mancuernas o cualquier objeto pesado que tengamos en casa. Con 10 minutos de ejercicios todos los días desaparece la flaccidez en poco tiempo.
Activa tu piel con agua fría
En la ducha, evita usar agua demasiado caliente ya que reseca la piel. Antes de secarte, abre el agua fría y déjala caer sobre brazos y piernas. Notarás cómo se activa de inmediato la circulación, que le hará muy bien a tu piel.