Cancelar una boda es ya de por sí un trago amargo, independientemente de quién o qué haya sido el motivo. El tema es que la novia siempre se preguntará, ¿debo devolver el anillo? Depende.
El corazón es lo más valioso que tiene un ser humano y no puede ir recibiendo y entregando anillos a diestra y siniestra.
Si el rompimiento no es producto del nerviosismo o pánico escénico, sino que se tiene la firme convicción tras una reflexión minuciosa de que no se puede seguir, ¡respira! Vamos paso a paso:
- Si él terminó el compromiso. El anillo es un regalo que los uniría de por vida y tal vez es un lazo tan fuerte que no sea sano para ti tenerlo luego de este trágico momento.
- Si tú terminaste el compromiso. Primero, asegúrate de que eso es lo que quieres, recuerda que con una noticia tan fuerte, que seguro ya dañó el corazón de tu pareja, será difícil retroceder el tiempo si no actúas a tiempo y aún lo amas.
- Si no hay vuelta atrás, devuelve el anillo pero hazlo cara a cara. A lo que vas y te vas. No discutas, habla. Trata de terminar en buenos términos. Sabemos que no siempre se logra, pero sé civilizada. Classy, siempre classy.
- Generación tras generación. Si el anillo es de herencia, no dudes en devolverlo. Y ¡ojo! aquí hay cabida a malos entendidos, si dudas en devolverlo, puedes estar incurriendo en líos legales.
- Si decides no devolverlo (tendrás tus razones), lo mejor que puedes hacer es venderlo.No te atormentes con el recuerdo en casa. Asesórate, no estás exenta de que tu ex quiera reclamar algo del dinero o pedírtelo, al fin y al cabo él fue quien lo compró.
Si tu boda se canceló, quítate el anillo. Acepta y sé fuerte.