Todos sabemos que el agua de mar nos puede ayudar cutáneamente en las heridas de la piel y en enfermedades como psoriasis o articulares como la artritis e incluso se recomienda en algunos casos de ansiedad; ; pero pocos conocen los beneficios que trae el ingerir agua de mar.
En China, el agua marina se utiliza desde hace más de 4 mil años. El pionero fue el emperador Fu-Shi, conocido como el padre de la medicina marina. Él recomendaba beber agua de la playa, consumir algas y sales para poder recuperar y conservar la salud.
Más cerca de nuestro tiempo, el investigador francés René Quinton descubrió que los componentes del agua marina eran los mismos que están en las células del cuerpo, siendo muy similar al plasma de la sangre.
Por ello es que continuó con su investigación entre 1910 y 1950 junto al Doctor Jarricot, con quién fundó los llamados “Dispensarios marinos”. Allí se usaba agua de mar para curar diversas enfermedades, como ser el cólera, la tiroides, la desnutrición y los problemas de la piel.
En algunos lugares de Centro y Sudamérica existen dispensarios en los que se proporciona agua de mar para ayudar a tratar diversas enfermedades.
Como siempre, a la industria farmacéutica no le interesa permitir que el consumo de sus productos decaiga, pero sería muy interesante continuar con las investigaciones respecto del agua de mar y ampliar la red de recolección y distribución, sobre todo para poder ayudar a los países más pobres que no tienen acceso a la medicina.
El secreto es tomar pequeñas cantidades para que nuestro organismo soporte sin problemas. El agua de mar funciona como alcalinizador del medio interno, nutriente celular, dentífrico, desinfectante, laxante… Son múltiples sus aplicaciones. Además, tomada antes de comer calma el apetito, lo que la hace apropiada para dietas de control de peso.
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