El árbol de jacaranda, cuyo nombre científico es Minosifolia y proviene del portugués “yacarandá” que significa oloroso, aunque es irónico por que las flores no expiden un aroma, llegó a México primero a Veracruz precedente de Manos, Brasil.
La especialista Ivonne Olalde Omaña, Técnico Académico Asociado C de Tiempo Completo en el Jardín Botánico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), confirmó que este árbol no es mexicano, más bien, Sudafricano, sobre todo de países como Brasil, Bolivia, Argentina y Paraguay.
Las jacarandas requieren de un clima cálido y de humedad, lo que lo hizo retoñar en zonas urbanas de la Ciudad de México, añadió. La jacaranda habita en la Ciudad de México, porque existe un buen clima.
Usos del árbol de jacaranda
Como árbol ornamental es considerado muy bello, desde el color de sus flores entre violetas y azules, que es muy característico del árbol, y resalta más porque en tiempo de seca pierde sus hojas y es cuando florece, lo que hace que hace que las flores sean notorias.
La especialista de la UNAM aclaró que el árbol no tiene propiedades medicinales comprobadas, sin embargo, la madera de su tallo contiene taninos los cuales se utilizan para curtir la piel.
De su posible uso medicina, dejó en claro que se debe tener mucho cuidado, pues puede resultar tóxico por los mencionados taninos, y en cuanto a su madera, indicó que no es muy dura ni muy suave, por lo que se le puede utilizar para hacer muebles.
Destacó que el árbol de jacaranda fue adoptado por los mexicanos con el paso del tiempo porque sus flores son muy bellas, crecen en la cima, lo que hace que se formen masas grandes de flores, y si bien no es árbol originario de México, su belleza es evidente.
La jacaranda ha sido muy fotografiada y pintada, aunque en algunos estados de la República Mexicana es menor su número, pues como se mencionó al inicio más bien crece en zonas urbanas, cálidas y húmedas, como árbol ornamental.