El cineasta Jordan Oram invitó a 8 extraños a su estudio en Toronto, les vendó los ojos y formó cuatro parejas. Cuando los participantes comenzaron a sentirse más cómodos y a gusto, les dio una sorpresiva noticia: debían besar a la persona que se encontraba frente a ellos, persona a la que nunca habían visto ni sabido nada de ellos.
Éste es el resultado de “Bésame ahora, conóceme después”.