Diversos especialistas se han dado a la tarea de identificar algunos síntomas de la aversión al trabajo, aquí los siete síntomas más comunes del llamado síndrome de aversión al trabajo:
1.- Depresión del domingo: el pensar que el día siguiente es laboral llena de angustia, melancolía al paciente y no deja de pensar en lo qué viene y lo triste que es el término del descanso.
2.- Aturdimiento y somnolencia los días laborales: en especial el lunes; las personas que odian la actividad que están realizando presentan un alto nivel de letargo, aburrimiento y sueño durante sus jornadas laborales, y sí, presentan una inusitada felicidad los viernes por la tarde.
3.- Desencanto y crítica: quienes padecen una aversión anormal al trabajo lo reflejan en sus relaciones laborales y lo que piensan de sus jefes y compañeros de trabajo. Los especialistas explican que quienes consideran que las juntas o las pláticas y consejos de sus superiores son inútiles y hasta ‘estúpidas’ o se alejan de conversar con alguien más de la oficina por considerarlo banal podrían estar experimentando una fuerte aversión a su empleo.
4.- Redes sociales: el escape virtual al ingresar de inmediato a redes sociales, como Facebook o Twitter, así como servicios de mensajería instantánea como WhatsApps u otros servicios de chat o ‘tontear’ por otras páginas de la web para perder el tiempo, habla del hartazgo que experimentan en su trabajo.
5.- Rabia y estrés: son personas que continuamente tienen arranques de cólera o están de mal humor sin razón aparente con su familia, así también, frecuentemente se sienten cansados o tienen fuertes dolores de cabeza.
6.- Aislamiento: evitan a toda costa entrar en contacto con algún miembro de la oficina, y ven las juntas como un pérdida de tiempo que no aporta nada a su vida laboral.
7.- Habla de más: en cuanto tiene oportunidad de comentar con algún cliente, se centra en los aspectos negativos de la empresa, de lo incómodo, incumplidos o poco serios que son.
De acuerdo con los especialista es el lado extremo de un trabajador cuya situación económica lo presionó u obligó a aceptar un trabajo por obligación y no por gusto. Y ¿tú padeces síndrome de aversión al trabajo?