La piel del rostro es una de las más delicadas de nuestro cuerpo y es muy sensible a ciertas sustancias, por eso es indispensable cuidarla, si deseamos lucir un rostro joven, terso y brillante. En el mercado existen un gran número de tratamientos que prometen eliminar las arrugas y regenerar la piel del rostro, una vez que ésta ya está maltratada, pero qué mejor que prevenir el envejecimiento prematuro de nuestro rostro de manera natural. Para ello es indispensable deshacernos de ciertos hábitos que pueden dañar nuestro rostro.
1. No dormir lo suficiente
Lo recomendado para obtener un descanso ideal es dormir al menos 7 horas seguidas. De manera que todo nuestro organismo pueda funcionar de manera adecuada y recupere la energía que perdió durante el día. Por lo que te recomendamos que si tienes que levantarte temprano diario, ya sea por la escuela o el trabajo, vayas a dormir lo más temprano posible. Ya que además de que te despertarás con menor dificultad y más energía, estarás cuidando tu rostro y te olvidarás de las ojeras.
2. Beber demasiado café
Beber café en exceso tal vez te ayude a despertar por las mañanas o a tener más energía durante el día, pero si lo bebes en exceso, podría afectar la elasticidad de tu piel y ocasionar la aparición de arrugas o propiciar la aparición de acné en tu rostro. Así que si quieres cuidar tu rostro duerme bien, en lugar de tomar café.
3. No desmaquillarte por las noches
Los expertos en belleza recomiendan desmaquillarse antes de ir a dormir, esto debido a que si no te quitas el maquillaje por la noche, los poros se pueden tapar, porque no tienen la posibilidad de respirar. Es importante que adoptes el hábito de desmaquillarte todo el tiempo, no sólo para evitar el acné o puntos negros, sino para evitar que las bacterias se apoderen de tu rostro y resequen la piel.
4. Tocar tu cara frecuentemente
Si eres de las personas que tienen el hábito de tocar tu rostro constantemente, ten cuidado porque podrías estar dañando los tejidos de tu piel y llenando tu rostro de bacterias.
5. Fumar frecuentemente
Uno de los peores enemigos de la piel es el cigarro, ya que facilita la aparición de acné, además de que daña la elasticidad de la piel y provoca que ésta luzca cansada y reseca. El tabaco altera las concentraciones de cólageno y elastina, lo que provoca que se formen arrugas prematuras.