Digamos que tienes 10 cajas donde guardas cosas que no necesitas, entre recuerdos, cosas que crees algún día usarás, ropa vieja que no te has puesto en más de un año, juguetes para recordar, entre otras muchas cosas que guardas solo por el hecho de que no deseas tirarlas. Bueno, ahora imagínate una bodega llena de ese tipo de cosas, una casa completa, una recámara, un cuarto de servicio, entonces vaya que sí tienes un problema.
Acaparar las cosas compulsivamente puede llegar a ser un problema solo en estos casos extremos en donde la gente va acumulando cosas durante tanto tiempo que ya no pueden ir hacia atrás, y lo peor, no piensan que tienen un problema o que las cosas que guardan con tanto cariño sí sirven para algo.
Todas guardamos cosas que no usamos de vez en cuando, pero ¿cómo saber cuando esto es normal y en qué momento se convierte te transformas en una acaparadora compulsiva? Te damos 5 señales de que ya eres una acaparadora compulsiva.
1. Los espacios básicos como la cama, la sala o la cocina no se pueden usar por tener abarrotado el lugar de muchas cosas.
2. La acumulación crea problemas sociales. Esto sucede cuando es tal el desorden que la familia y amigos lo ven como un comentario a lo cual reaccionan negativamente. Llegan a mantener las cortinas cerradas o bloqueadas con cosas para que la gente del exterior no lo vea.
3. Acumulan cosas que no sirven. Correo, artículos que están rotos, papeles, periódicos, revistas de muchos años atrás; comida en mal estado, botellas vacías de plástico, materiales que dicen ser para reciclaje y que nunca han reciclado; juguetes rotos, desarmados; ropa sin usar, ropa usada de hace dos décadas.
4. Siguen comprando más cosas. Tienen más de un artículo y necesitan más de lo mismo en diferentes colores, en forma de colección, tienen elementos repetidos.