10 hábitos nocturnos que te hacen despertar con unos (muchos) kilitos de más
Hábitos nocturnos que afectan tu metabolismo y hacen que ganes kilos mientras duermes
Podemos hacer mil intentos para bajar de peso pero la rutina nocturna es todo un reto. Dejar el pan está bien pero existen otros hábitos que aunque no lo creas, influyen demasiado en nuestro organismo.
Recientes estudios han confirmado que la forma en la que te acuestas está afectando tu peso. Hábitos nocturnos que afectan tu metabolismo y hacen que ganes kilos mientras duermes.
- Comer mientras ves televisión. Es un pésimo hábito, ya que no te das cuenta de cuánto comes.
- Te vas a dormir sudando. Si tu tiempo en el gimnasio es mayor a dos horas, te está afectando más que ayudando.
- El trago nocturno para relajarte. El alcohol está cargado de calorías; de hecho, un sólo vaso de bebida puede contener hasta 500. Así que no es lo más recomendable en lo absoluto.
- Desvelarte. Dormirte hasta tarde o despertarte a mitad de la noche no sólo te causa más hambre al día siguiente, también incrementa los niveles de la hormona que almacena la grasa en el cuerpo.
- Dormir menos de 8 horas. La Universidad de Harvard reveló que dormir menos horas de las debidas engorda. Se llegó a la conclusión de que aquellas mujeres que dormían menos de 7 horas por noche podían llegar a aumentar 13 kilos en 16 años.
- Cenar pesado. Como tu cuerpo está inactivo, almacenará las calorías en forma de grasa. Tendrás problemas para digerir tanta comida.
- Te acuestas terminando de cenar. Cuando te acuestas justo después de comer te estás perdiendo los beneficios de una buena caminata.
- No te estás bañando por las noches. Si tu rutina nocturna de baño sólo incluye lavarte los dientes, te estás perdiendo de una de las cosas que te bajan de peso antes de dormir.
- Una tacita de té. A menos que sea un licuado herbal, las hojas de té contienen cafeína: un estimulante que mantiene tu mente alerta y activa lo que ocasiona que sea difícil conciliar el sueño.
- Revisas Instagram. Una investigación publicada en la revista Brain and Cognition descubrió que mirar constantemente comidas virtuales incrementa tus hormonas del hambre aún cuando el cuerpo no tiene hambre.