Los felinos comparten algunas cualidades de la psicopatía humana, como audacia, desinhibición y mezquindad
Una investigación inglesa manifiesta que algunas de las cualidades estudiadas en los gatos entran en la categoría de comportamientos psicopáticos.
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Sin embargo, lejos de ser rasgos psicopáticos, esos patrones de conducta señalados deben ser comprendidos como aquellos que a los antecesores de nuestros gatos les han sido muy útiles en términos de obtención de recursos, como la comida, el territorio y las oportunidades reproductivas.
La audacia, relacionada con la dominancia social y los bajos niveles de miedo, la desinhibición vinculada al autocontrol y la mezquindad en términos de hurañía o maldad, se las caracteriza con la falta de empatía, la antipatía hacia los animales o al propio ser humano.
Si bien estos hallazgos conducen a la tríada conceptual que determina la psicopatía humana, que se define como un trastorno compuesto de tres rasgos principales: la audacia, la desinhibición y la mezquindad, el modelo no es para nada extrapolable a otras especies y mucho menos al gato.
¿Cómo se hizo?
La investigación desarrollada pretendió evaluar la estabilidad mental de los gatos, siendo la primera de su tipo que permite detectar indirectamente rasgos de la personalidad animal.
Los resultados muestran, por ejemplo, que un gato audaz disfruta explotando y trepando, y que para su felicidad necesita un ambiente particularmente enriquecido.
Un gato con altos niveles de audacia debe tener a su alcance rascadores grandes y los postes altos.
Cuando proporcionamos enriquecimiento ambiental para estos gatos atrevidos, puede causar la reducción de los comportamientos agonistas hacia las personas y hacia otros animales.
Otras conclusiones permiten observar que, si el gato se ubica en lugares altos, probablemente domine a los gatos del vecindario y observar si ronronea o no cuando ataca a personas o animales, diferencia su intención y su disposición y por ende su tratamiento.
¿Para qué sirvió?
Este trabajo también ayudó a medir riesgos como la falta de empatía y la agresividad insensible; la desinhibición, como también la moderación del comportamiento, la audacia y el nivel de hostilidad hacia las personas y otros animales.
Los resultados de la prueba, basada en miles de encuestas, pretenden ayudar a mejorar las relaciones entre los gatos y sus tutores.
También busca reducir la probabilidad de que los animales terminen en refugios o sean sacrificados por problemas de comportamiento.
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Autor: I.S. con información de Infobae