Los macacos tienen un peso promedio de nueve kilos, sin embargo un mono que vive en Tailandia fue puesto a dieta porque llegó a pesar hasta 27 kilogramos, el triple que el promedio de un macaco de cola larga, la razón por la cual Tío gordo alcanzó tal sobrepeso, es que los turistas de Bangkok lo alimentaban con comida chatarra, pero eso se acabó.
Resulta que el macaco más gordo del mundo era feliz porque se alimentaba de melones, dulces azucarados, algodones de azúcar, cacahuates, maíz dulce, fideos, papas fritas y hasta tomaba refresco, ninguna de la mencionada comida es apta para primates, pero eso era lo que comía este animal.
Y aunque algunos de los turistas son los responsables de que Tío Gordo esté tan gordo (valga la redundancia), fueron otros visitantes los que preocupados por su salud reportaron el increíble sobrepeso del macaco, por lo que fue rescatado por funcionarios encargados de supervisar la vida silvestre y trasladado a un centro de rehabilitación.
La idea es lograr que el simpático primate alcance a bajar hasta diez kilos de peso y que aunque va a seguir pesando más que un macaco común, así podrían estar que tuviera ataques al corazón o pueda padecer de diabetes.
Una de las artimañas que tenía el obeso de 10 años era manipular a los otros más jóvenes para que le llevaran todos los restos de comida que se encontraban a sus alrededores, aunque después compartía un poco con ellos, pero buscan corregir algunos hábitos de Tío Gordo.
El curioso animal ahora es sometido a una dieta estricta limitada a 400 gramos de proteína, frutas y vegetales dos veces por día y a una rutina de ejercicio junto a otros animales para perder peso.
Tío Gordo fue enviado a “rehabilitarse” en mayo pasado y se espera que en agosto pueda regresar a su hogar.
Estas son algunas fotos de Tío Gordo: