Su sueño se resume en pasar el resto de sus días junto a una muñeca de plástico. Masayuki Ozaki, Senji Nakajima y Yoshitaka Hyodo son tres japoneses que se han dejado fotografiar con su día a día con sus particulares compañeras de tamaño real.
En Japón se pueden conseguir por unos cinco mil 300 euros y cada año se compran aproximadamente dos mil unidades dentro de ese país.
Los enamorados compradores las visten, salen a pasear con ellas y mantienen relaciones sexuales.
Estos japoneses han optado por entrar a una “moda” en la cual no tiene que preocuparse por sostener una plática o por invitarla a salir a lugares caros.
Se han conformado con pasar el resto de sus días a lado de una muñeca de plástico que solo estará ahí para satisfacer sus necesidades de relaciones sexuales, aunque esto hombres ya han sentido un lazo mucho más profundo del que nos podamos imaginar, al ya no poder ver una vida a futuro sin sus acompañantes sin signos vitales.
¿Vale la pena gastar tanto por tener a una de estas acompañantes? Tal vez para una persona que está habituada a convivir con otras y tiene facilidad de poder entablar conversaciones con otras dirá que no, aunque si le preguntan a cualquiera de estos japoneses que han optado por esta manera de vivir, seguramente les comentarán que cada centavo invertido en su acompañante ha valido completamente la pena.