Con el verano llegan las ganas de llevar descubiertos los pies y las chanclas se convierten en el mejor aliado para los días calurosos.
No obstante, hay que tener mucho cuidado para no hacer un uso excesivo de ellas, pues modifican nuestra forma de caminar, dando lugar otros cambios en nuestro organismo.
Los especialistas en salud podal coinciden en que los efectos negativos del uso de las chanclas se agudizan en verano por su uso prologando. Si notas alguno de estos síntomas, lo mejor es que dejes de utilizarlas por una larga temporada: