Las parafilias o perversiones sexuales son un patrón de comportamiento sexual en el que el placer no se genera de la penetración o el acto sexual. La excitación se logra a través del uso de un objeto o en una situación particular. Estas conductas son llamadas fantasías incontrolables.
Las parafilias son un comportamiento compulsivo y adictivo. Estas pueden terminar en actos peligrosos o provocar el aislamiento de quien la sufre. Las perversiones sexuales causan problemas clínicos importantes y afectan las relaciones sociales, de familia y laborales. Además, muchos parafílicos pueden tener problemas con la ley.
Las personas que padecen de perversiones sexuales suelen parecer normales, pero tienen problemas para sentir y expresar su afecto hacia los demás. Los parafílicos persisten en sus comportamientos y si no reciben una atención adecuada, estos no se pueden revertir.
Entre las parafilias más recurrentes podemos mencionar:
- Exhibicionismo: Mostrar los genitales de forma inesperada a un extraño.
- Fetichismo: Fantasías sexuales recurrentes y ligadas al uso de objetos inanimados.
- Froteurismo: Tocar o rozar a una persona contra su voluntad.
- Pedofilia: Fantasías y deseo sexual hacia los niños.
- Masoquismo sexual: El hecho real de ser humillado, atado y golpeado.
- Voyeurismo: Necesidad de observar a otras personas desnudas o teniendo relaciones sexuales.
Los expertos mencionan que las parafilias se desarrollan en la infancia o primera adolescencia. Además, estas son más comunes en los hombres que en las mujeres.
¿Has conocido a alguien con parafílias?