Aunque la disfunción eréctil no es un problema genético, la eyaculación precoz sí podría serlo, lo que abre por primera vez la posibilidad a que este problema tan común entre jóvenes y no tan jóvenes sea investigado de manera más profunda. Hasta ahora, había sido común asociar estos problemas a factores psicológicos o externos, como el alcohol o las drogas, aunque podría ser en realidad algo más preocupante.
Un grupo de científicos y sociólogos de la Universidad finlandesa Abo Akademi llevaron a cabo una encuesta entre más de tres mil gemelos, a los que se les preguntó si habían sufrido eyaculación precoz en sus primeros encuentros. Los primeros resultados demostraron que en muchas parejas de hermanos, el problema era compartido, por lo que por primera vez se estaría asociando la eyaculación precoz con polimorfismos, es decir, que la forma de un determinado gen podría ser determinante para este problema y en cómo se transmite la serotonina al cuerpo.
Esta dificultad afecta a casi el 40 % de la población masculina mundial, aunque puede afectar puntualmente a una proporción mayor, debido precisamente a que puede ser causado por factores externos. Aunque históricamente ha pasado por distintas definiciones es la eyaculación antes de una penetración, es la que tiene lugar dos minutos tras la penetración lo cierto es que este problema se asocia hoy a una falta del control eyaculatorio que afecta de manera grave a una relación sexual, y que en general es constante.
El proceso de la eyaculación precoz tiene que ver con la citada transmisión de la serotonina, ya que puede tener un efecto inhibidor de la expulsión de semen a partir del funcionamiento de determinadas zonas en el cerebro, por lo que unos niveles bajos de serotonina podrían ser la causa directa. Para otras personas, este problema se origina en una respuesta de las neuronas más rápida en los músculos pélvicos, por los que algunos psicólogos proponen que mejorar esta musculatura puede suponer una ayuda que repercuta en el cerebro en los casos menos severos.
Popularmente, esta afección se ha relacionado con varias causas que no tendrían en realidad ninguna influencia, algo sabido incluso previamente de los nuevos descubrimientos. Por ejemplo, muchas personas han crecido pensando que su problema de eyaculación precoz se debía a la masturbación, cuando ambos hechos no tienen nada que ver. Solo en algunos casos, haber adquirido malos hábitos con una práctica inadecuada de la masturbación, puede influir negativamente en las relaciones sexuales, y particularmente en este apartado.
Por otro lado, algunas personas también han destacado que algunas drogas y el alcohol pueden ayudar a solucionar este problema, lo que puede tener algo de verdad ya que los efectos de una droga pueden retrasar el momento de llegar al orgasmo, al igual que también pueden retrasarse otros reflejos. Sin embargo, el alcohol también puede tener efectos adversos en las relaciones sexuales, por lo que podría ser peor el remedio que la enfermedad.
Esta nueva investigación se añade a otros estudios que ya habían señalado que los hombres con estos problemas tendrían antecedentes familiares con las mismas dificultades. Descubrir si la herencia genética determina la eyaculación precoz permitirá controlarla de cerca y poder trabajar en medicación específica.