La primavera-verano 2014 de Jil Sander es algo diferente a temporadas anteriores. Esta vez, la diseñadora explora nuevos horizontes creativos para su línea masculina. Ella declaraba: No soy la reina de los estampados, pero creo que es necesario extenderme a otros terrenos.
Las prendas de la colección son sencillas, elegantes y de formas arquitectónicas, sello indiscutible de la casa. La diseñadora juega con las proporciones, creando prendas que se alejan del cuerpo y desdibujan la silueta. Esto da completo protagonismo al corte y los materiales y colores. La paleta cromática está conformada por varias tonalidades de blanco, negro, azul, rosa y naranja brillante.
Resaltan las chaquetas largas, los pantalones rectos, las bermudas flojas y las camisas blancas. En cuando a los accesorios, se prefieren el calzado sencillo, las gafas redondas y los bolsos de mano.