Las personas perfeccionistas tienen altas aspiraciones. Esto provoca que vivan en un constante estado de tensión, ansiedad y frustración. Su comportamiento afecta su vida familiar, afectiva y laboral. Si crees que te estás exigiendo demasiado, intenta con los siguientes consejos para ser menos perfeccionista.
- Sé realista con tus metas y proyectos para el futuro. Analiza de qué forma vas a lograr todo lo que quieres. Debes tomar en cuenta tus posibilidades económicas y tu horario.
- Trata de ser positivo y concéntrate en las cosas agradables. Los pensamientos negativos no te llevarán a ningún lado. Tomate un momento mientras haces cualquier actividad para encontrar algo agradable en ella.
- No te compares con los demás.
- No centres toda tu vida en una sola actividad. Probablemente a tu alrededor existen otras cosas que te pueden ayudar a no obsesionarte buscando la perfección. Todos cometemos errores. No seas dramático o trágico.
- Recuerda que no todo en la vida son objetos materiales, éxitos y dinero.
- Elimina de tu vocabulario la palabra pero. Cada vez que la dices, estás afirmando que existen más cosas negativas que positivas.
Ser perfeccionista de vez en cuando es normal. Trata de pensar que la clave para ser feliz es quererte como eres, hacer lo que te gusta y apreciar a la gente que está a tu alrededor.