A veces todo resulta más fácil sin el compromiso. Todos sabemos que tener a alguien con quién retozar de vez en cuando es algo divertido, emocionante y casi perfecto. Sin embargo, ¿qué hacer cuando nos damos cuenta que alguno de los dos está mezclando sentimientos y vemos el final de una relación cuando no parecía haberla?
Probablemente, muchos de nosotros hemos estado en una relación de este tipo. Todo es muy emocionante al principio y disfrutamos del sexo y los apapachos sin tener que preocuparnos por quedar bien con esa otra persona. El problema es cuando comenzamos a notar que de nuestra parte, o de la suya, comienzan a surgir rasgos preocupantes.
Claro, el cariño es el cariño, y una llamada de vez en cuando es normal para saber cómo estás. Pero, ¿y si ahora te está buscando más, te hace pequeños regalos, te busca cuando sales o te besa tiernamente al despedirse? Si tú no estás interesado en una relación, o sientes que ella tampoco quiere una relación y eres tú el que la busca, es el momento de poner fin a esta aventura.
En primer lugar, debes decirle la verdad. A veces puede ser muy tentador ignorar la llamada, pero ya sabrás que ignorar el problema no lo hace desaparecer. No le hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti y sé honesto; déjale saber por qué ya no te resulta tan beneficioso seguirse viendo.
Como segundo punto, distánciate de ella. Si de verdad quieres liberarte mantén la coherencia con lo que has dicho o solicitado. Asegúrate de no recurrir a los lugares donde sabes que ella estará. No la invites a tomar un café o un trago. Tómate un tiempo para liberar la tensión sexual.
Finalmente, evita la tentación. Tú mismo debes evitar caer en viejos comportamientos. Si sabes que puedes recaer, evita los escenarios donde estén ustedes solos. La compañía de un amigo ayudará a evitar caer en la tentación de recaer nuevamente.