Hacerse un autoexamen de testículos puede salvarte la vida. Esta es una de las formas más fáciles de inspeccionar tus testículos y saber que algo no anda bien con ellos. Si no sabes cómo realizarlo, lee estos consejos sobre cómo hacerse un autoexamen de testículos. ¡Atento!
- Hazte el autoexamen mientras estás tomando una ducha o inmediatamente después. Así la piel del escroto estará más suave y relajada.
- Examina un testículo por vez. Gira cada testículo entre los dedos de ambas manos y aplica una leve presión. Coloca tus pulgares sobre la parte superior de cada testículo, con el índice y con el dedo medio detrás de este. Luego hazlo girar entre tus dedos.
- Tienes que sentir el epidídimo, que es el conducto que transporta a los espermatozoides. Es una especie de cordón blando que duele un poco si se le presiona. Este se ubica en la parte posterior de cada testículo.
- Ten en cuenta que uno de tus testículos es un poco más grande que el otro. Eso es normal.
- Cuando te examines, trata de detectar bultos o protuberancias en el frente o a los costados. En ocasiones, los bultos son tan pequeños como un grano de arroz. Debes ser muy cuidadoso.
- Si notas algún cambio en el color de la piel, bultos o hinchazón, consulta inmediatamente a un médico.
Un autoexamen de testículos no te tomará más de 10 minutos y puede salvarte la vida.