La mayoría de nosotros pasa mucho tiempo en la oficina. Por esta razón, la buena convivencia con nuestros compañeros es esencial. Nuestro trabajo se convierte en una especie de segundo hogar y debemos procurar mantener la armonía. Pero en algunos casos, un mal compañero de trabajo puede hacer que esto sea imposible. Acá te decimos cómo detectarlo.
El pesimismo es una de sus principales características. Siempre encuentra pretextos o comentarios negativos para cada situación.
Está siempre de mal humor, es egoísta y le gusta tener el control. Según algunos estudios el mal humor puede ser contagioso y afectar a los demás en la oficina.
Siempre hace comentarios negativos sobre los demás, ya sean críticas, situaciones irreales o chismes. Esta persona se encarga de comunicar las cosas negativas a todos en la oficina.
Ve y analiza todas las situaciones en la oficina para identificar un momento perfecto, y crear conflicto.
Se enoja fácilmente y toma cualquier comentario como algo personal. Hace gestos y causa confusión a los demás.
Si tienes un compañero así en la oficina, lo mejor es que sonrías, evites tener mucho contacto y no escuches sus comentarios negativos.