Tony Verna, quien era un desconocido productor de la cadena de televisión estadounidense CBS, cambió el mundo de las transmisiones deportivas en diciembre de 1963.
En ese momento Verna hizo lo que no se podía haber realizado hasta el momento: que la acción se repitiera inmediatamente tras haber ocurrido en la pantalla. El evento sucedió durante un partido de fútbol americano entre los equipos militares y navales de los Estados Unidos.
Se trataba de una situación más que extraña para los televidentes, por lo cual, el cronista del partido tuvo que explicar a la audiencia lo que estaba ocurriendo cuando el mariscal de campo del equipo militar, Carl “Rollie” Stichwen, anotó un touchdown por segunda vez consecutiva, por lo menos en la televisión.
Este invento de Verna le permitió al espectador el poder observar a detalle los detalles de cierta jugada o acción dentro del partido, dándole la oportunidad de experimentar varios ángulos para la misma.
Uno de los deportes que más favorecido se vio por este invento fue, justamente en el que todo inició, el fútbol americano, este invento le permitió ganar más simpatizantes hasta convertirse en el más popular y lucrativo de los Estados Unidos.
El invento no solo ayudaba a poder aclarar lo que antes era confuso poder observar a detalle a través de la televisión, ya fuera por la poca claridad de la imagen en ese momento o por un mal ángulo de la cámara, también ayudó a empezar a notar los errores arbitrales e irregularidades dentro del terreno de juego.
Repetición en los partidos.
En 1999 se aprobó la repetición instantánea dentro de los partidos de fútbol americano, al darle la oportunidad de desafiar las decisiones arbitrales a los equipos. El hecho generó polémica pero con el paso del tiempo se volvió parte fundamental del deporte.
La llegada del VAR (Video Assistant Referee) al fútbol ha representado un avance más dentro de la repetición dentro del deporte.