Nació el 24 de agosto de 1983 en Villahermosa, Tabasco. Se llama Martha Elba Higareda Cervantes y es mejor conocida sencillamente como Martha Higareda.
Sensual, cursi, intensa, así es Martha Higareda en el cine. Mañana estrena su nuevo filme, “Vive por mi” y por eso, este es un buen momento para repasar sus mejores cintas.
- Cásese quien pueda. Del 2014. Higareda en su versión más escultural. Ana se pierde en la selva, una semana antes de su boda, su hermana Daniela, se queda con la familia de la novia, mientras Ana pelea con mosquitos, serpientes, lagartos y los nativos tratando de volver a la ciudad.
- Fuera del cielo. Aunque Martha no es la protagonista de esta película dirigida por Javier Patrón, su actuación como Elisa le significó su hasta el momento única nominación al Ariel (por actuación secundaria).
- Te presento a Laura. Del 2010, conmovedora y divertida. Una chica solitaria, recibe la noticia de que pronto morirá, así que decide aprovechar su tiempo y se une a un club de optimistas.
- No manches, Frida. Con su cuarta película como productora, Higareda posicionó su compañía como una de las más exitosa.
- Hasta el viento tiene miedo. Del 2007. En una clínica para señoritas con problemas de anorexia, drogadicción o trastornos psíquicos, unas jóvenes se ven atacadas por el fantasma de Andrea, una expaciente del lugar.
- 3 idiotas. Una cinta del 2017. La más nueva, con buena aceptación en cartelera, vale la pena si tienes ganas de un filme ligero y divertido.
- Niñas mal. Protagonizada por Camila Sodi, Ximena Sariñana y María Aura, trata sobre Adela Léon, una adolescente rebelde, cuyo sueño es ser actriz. La escena final es una “chulada”.
- Así del precipicio. Una de las mejores producciones mexicanas. Comparte créditos con Ana de la Reguera.
- La leyenda de la Nahuala. Cinta animada donde presta su voz a Xóchitl.
- Y, claro está, Amar te duele. Se trata de una trágica historia de amor, a todas luces inspirada en Romeo y Julieta, entre dos adolescentes de diferentes clases sociales ubicada en una Ciudad de México contemporánea. Lloras porque lloras.